viernes, 24 de julio de 2009

LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN


“Intercesión puede definirse como la oración santa, llena de fe y perseverante con que alguien suplica a Dios en nombre de otro u otros que desesperadamente tienen necesidad de la intervención de Dios” “Por esto exhorto, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que llevemos una vida tranquila y reposada en toda piedad y dignidad” (1 Timoteo 2:1-2). Cómo Interceder Busque cada una de las siguientes referencias en su Biblia. Estos pasajes proporcionan directrices bíblicas para la intercesión:
  • La oración deberá ser hecha a Dios: Salmos 5:2
  • La calidad en lugar de la cantidad se enfatiza; la Oración no tiene el éxito debido a “mucho hablar”: Mateo 6:7.
  • La repetición vacía es prohibida, pero la repetición seria no es: Daniel 6:10; Lucas 11:5-13; 18:1-8.
  • Ore con entendimiento (en una lengua conocida): Efesios 6:18.
  • Ore en el Espíritu en lenguas: Romanos 8:26; Judas 20.
  • Interceda según la voluntad de Dios: 1 Juan 5:14-15.
  • Ore en el secreto: Mateo 6:6.
  • Siempre ore: Lucas 21:36; Efesios 6:18.
  • Ore continuamente sin cesar: Romanos 12:12; 1 Tesalonicenses 5:17.
  • Interceda al Padre en el nombre de Jesús: Juan 14:13-14.
  • Ore con una actitud de vigilancia: 1 Pedro 4:7.
  • Ore usando el ejemplo de la oración modelo: Mateo 6:9-13.
  • Ore con un espíritu perdonador: Marcos 11:25.
  • Ore con humildad: Mateo 6:7
  • A veces acompañe la oración con ayuno: Mateo 17:21
  • Interceda fervorosamente: Santiago 5:16; Colosenses 4:12.
  • Ore con sumisión a Dios: Lucas 22:42.

El catecismo de la Iglesia Católica dice:


  • 2634 La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. El es el único intercesor ante el Padre en favor de todos los hombres, de los pecadores en particular (cf Rm 8, 34; 1 Jn 2, 1; 1 Tm 2. 5-8). Es capaz de "salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor" (Hb 7, 25). El propio Espíritu Santo "intercede por nosotros... y su intercesión a favor de los santos es según Dios" (Rm 8, 26-27).
  • 2635 Interceder, pedir en favor de otro, es, desde Abraham, lo propio de un corazón conforme a la misericordia de Dios. En el tiempo de la Iglesia, la intercesión cristiana participa de la de Cristo: es la expresión de la comunión de los santos. En la intercesión, el que ora busca "no su propio interés sino el de los demás" (Flp 2, 4), hasta rogar por los que le hacen mal (recuérdese a Esteban rogando por sus verdugos, como Jesús: cf Hch 7, 60; Lc 23, 28. 34).
  • 2636 Las primeras comunidades cristianas vivieron intensamente esta forma de participación (cf Hch 12, 5; 20, 36; 21, 5; 2 Co 9, 14). El Apóstol Pablo les hace participar así en su ministerio del Evangelio (cf Ef 6, 18-20; Col 4, 3-4; 1 Ts 5, 25); él intercede también por ellas (cf 2 Ts 1, 11; Col 1, 3; Flp 1, 3-4). La intercesión de los cristianos no conoce fronteras: "por todos los hombres, por todos los constituídos en autoridad" (1 Tm 2, 1), por los perseguidores (cf Rm 12, 14), por la salvación de los que rechazan el Evangelio (cf Rm 10, 1).

lunes, 20 de julio de 2009

LA ORACIÓN PERSONAL



1.- Qué es la oración Personal?

La Oración Personal es hablar a Dios

Es hablar con Jesús a solas (diálogo de amor).

Es venir a una fiesta interna con el Señor.

Es dejar que Jesús te hable y tú le das la respuesta.



2.- Cómo debe ser la Oración Personal?

-Confiada pues estoy con mí mejor amigo: Jesús.

-Le entrego mis penas y alegrías para quedar libre y conversar con El confiadamente.

-Es mi encuentro cara a cara con mi señor y con la santísima Trinidad y le dedico un tiempo exclusivo sin hacer ninguna otra cosa (Mt 6,6).

-Es una audiencia privada, mi cita diaria con mi Señor- Es oración espontánea, sencilla, autentica, lo que sale de mi sentir.

-Es una oración personal activa, no soñolienta: leer un trocito de la palabra, alabar, orar en lenguas _ser creativo: que sea una oración inspirada (el Espíritu Santo actuando).Una persona que no inventa, no recibe inspiración.

-Es una Oración que crece, cada vez más centrada, con mayor comunicación con la iglesia. Mi oración es siempre comunitaria. Estoy con Jesús que este presente en toda su iglesia.

Preparación para orar mi Oración Personal (precalentamiento).

-No pongo todo el día la radio, ni converso demasiado con mis comadres, no tanta TV, mortifico los sentidos, dominar los ruidos externos e internos.

-Recordar los momentos gratos, cosas positivas que hemos hecho o recibido, hay que retener el deseo de progresar en lo espiritual.

-Rezar una decena del rosario, escuchar un buen Cd

-Muy importante en el comienzo de la oración es estar bien despierto.



La oración misma

1-El comienzo ¿Por qué viene a mí Señor?

2-Reconciliación con el Señor.

3-Alabanza acción de gracias.

4-Leer un trocito de la Biblia.

5-Mensaje: ¿Qué me dice Jesús en este trozo?

6-Oración en lenguas.

7-Visiones; contemplar, usar tu imaginación sagrada, dibujar, usar tu fantasía, llegar as la oración contemplativa.

8-Descanso en el Espíritu (en los brazos del Señor).

La entrega: Haz de mí, Señor, lo que quieras.

9-Hacer una petición: ¿Qué quieres que haga Señor?

Agradecerle de antemano.

10-Despedida como la gente, decente, gentil.



3.- Obstáculos que impiden la oración personal.

v Aridez: Consiste en no experimentar la presencia de Dios mi deseo de orar. Dios parece ausente, sentimos como que hablamos solos .y ello, no se debe siempre a nuestro pecado. A veces Dios permite la aridez para purificar nuestro amor, para que le amemos y sirvamos aunque nos falte el consuelo de experimentar su presencia.

También esta vivencia puede deberse a problemas físicos y sociológicos: falta o exceso de sueño de alimento, cansancio etc. No alarmarnos sino pedir a Dios sabiduría para enfrentar los problemas que están repercutiendo en la oración y seguir orando.

v Pruebas y sufrimientos: Pueden entorpecer nuestro crecimiento en la oración, Dios sabe usarlos para bien.

Si los sufrimientos provienen de nuestro pecado o de situaciones de desorden, debemos arrepentirnos, buscar cambiar, resistir al mal.

El seguimiento fiel a Jesús, significa siempre, morir a uno mismo, llevar la cruz, soportar persecución o incomprensiones: Este sufrimiento hay que llevarlo con alegría y considerarlo parte normal de nuestra vida (Pedro 4,12).

v Regularidad en el tiempo de oración: No decir si a todo lo que nos piden y quedarnos sin orar (decirle no al Señor) Buscar el tiempo apropiado cada día para nuestra oración.

v Duración de la oración: Ni muy largo que se nos haga pesado, ni muy corto, para que el Señor actúe en nosotros.

v faFalta de paz: Intranquilidad, preocupación, hay varias causas:

1- A veces Pecados no Confesados dificultan la oración (reconocerlos, arrepentirnos, confesarnos y decidir cambiar y nuestro corazón se aquietará con el perdón de Dios.

2- Las malas relaciones, los resentimientos, la falta de perdón de Dios, quitan la paz y el gozo de la oración (Mt5, 23-24).

3- Falta de orden o exceso de actividades, el intentar hacer a la vez, demasiadas cosas, crea una sensación de caos que perturba la oración.

-darle prioridad según su importancia a algunas cosas y las otras dejarlas para otro día.

4- Angustia. Tenemos que aprender a entregar al Señor todo lo que nos preocupa, de otro modo la inquietud acabará con la oración.

5- Somnolencia. Buscar regular el sueño, el descanso, el ejercicio físico, todos ellos posibles causas de somnolencia durante la oración. Puede ayudar a orar, hacerlo en voz alta, de pie o caminando.

6- Distracción. Las superficialidades, podemos hacerlas tema de la oración si son ruidos de la calle, soportarlos con paciencia.

Las distracciones que consisten en divagar o soñar despiertos deben resistirse ya que nos alejan de la oración.



martes, 14 de julio de 2009

ROSARIO DE LIBERACIÓN


El Rosario de la Liberación comienza con la Oración Inicial y el Credo y termina con la Salve y la Oración Final. En cada cuenta del Padrenuestro, nosotros vamos a proclamar la Palabra de Dios: "Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres" (Juan 8,36).

ORACIÓN INICIAL
"Señor Jesús, te agradecemos que, Tú, por Tu misericordia y piedad, hayas suscitado esta oración poderosísima que produce frutos maravillosos de cura, salvación y liberación en nuestra vida, en la familia y en la vida de las personas por las que oramos.
¡Gracias, Jesús, por Tu infinito amor por nosotros! Padre Celestial, nosotros te amamos.
Padre con toda la confianza de hijos, nos acercamos a Ti en este momento y clamamos un gran derramamiento de Tu Espíritu en nuestro corazón.
¡Padre!, queremos vaciarnos de nosotros mismos para que el Espíritu Santo, pueda venir sobre nosotros. Por eso, delante de la cruz de Jesucristo, renovamos nuestra entrega total e incondicional a Ti.
Pedimos perdón por todos nuestros pecados y los colocamos ahora sobre el cuerpo llagado de Jesús.
Nosotros nos vaciamos de todas las aflicciones, preocupaciones, angustias y de todo aquello que nos haya quitado la alegría de vivir. Te entregamos nuestro corazón, en nombre de Jesús.
Padre, colocamos sobre las llagas de Jesús crucificado todas nuestras enfermedades del cuerpo, del alma y del Espíritu; las preocupaciones de y por la familia y el trabajo; los problemas de orden financiero, matrimonial y todas nuestras angustias y aflicciones.
Señor; que el poder redentor de la Sangre de Jesús venga sobre nosotros ahora para limpiarnos y purificar nuestro corazón de toda mala influencia.
¡¡¡Jesús, Ten piedad de mí!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de____!!! ¡¡¡Jesús, Ten piedad de nosotros!!!
Sí, Padre, Te entregamos nuestras voluntades, flaquezas, miserias y pecados; nuestro corazón, cuerpo, mente, alma y espíritu, en fin, todo lo que somos y tenemos; nuestra Fe, vida matrimonial, familia, trabajo, vocación.
¡¡¡Llénanos con Tu Espíritu, Señor!!! ¡¡¡Llénanos con Tu poder y con Tu vida!!!
¡¡¡Ven, Espíritu Santo de Dios!!! ¡¡¡Ven, en nombre de mi Señor Jesús!!!
Ven y toma forma viva de nosotros, la palabra de Dios proclamada a través de la oración del Rosario de la Liberación y que Él opere en cada corazón la gracia de la cura, salvación y liberación, en nombre de Jesucristo, nuestro Señor, ¡¡¡Amén!!!

SE REZA EL CREDO

SI ORAMOS POR NOSOTROS MISMOS
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús me libera,
yo seré verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mí!
¡Jesús, sáname!
¡Jesús, sálvame!
¡Jesús, libérame!

SI ORAMOS POR LA FAMILIA
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a mi familia,
mi familia será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de mi familia!
¡Jesús, sana a mi familia!
¡Jesús, salva a mi familia!
¡Jesús, libera a mi familia!

SI ORAMOS POR UNA PERSONA
Por ejemplo, José, lo harás así:
En cada cuenta del Padre Nuestro:
Si Jesús libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),
José será verdaderamente libre.
En cada una de las cuentas del Ave María:
¡Jesús, Ten piedad de (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, sana a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, salva a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!
¡Jesús, libera a (nombre de la persona por la que se pide liberación),!

SALVE
¡Dios te salve, Reina y Madre! ¡Madre de misericordia, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra! ¡Dios te salve!
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro, muéstranos a Jesús, Fruto bendito de tu vientre.
¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

ORACIÓN FINAL
Señor Jesús, Te pedimos perdón por todos nuestros pecados. Pedimos, además, en Tu Nombre a Dios Padre, que Él envíe el Espíritu Santo para que derrame en nuestro corazón el don de proclamar Tu Palabra, con mucha Fe y Confianza, a través del Rosario de la Liberación.
Te pedimos, Jesús, que Tu poder se manifieste en nuestra vida, que Tú realices milagros y prodigios a través de esta poderosísima oración de Fe que no es otra cosa sino la proclamación de tu Palabra.
Amén. ¡Aleluya!

Ahora que has terminado de rezar el Rosario de la Liberación, agradece a Jesús por las bendiciones que Él está derramando sobre ti y sobre aquellos por quienes estás intercediendo.
TEXTOS BÁSICOS USADOS EN EL ROSARIO DE LIBERACIÓN
Marcos 10, 46-52; Lucas 18, 9-14; Juan 8, 36; Isaías 53, 4-5.)
Podemos rezar el Rosario de la Liberación intercediendo por aquellos que el Señor coloque en nuestro corazón. Debemos, por lo tanto, rezarlo por nosotros mismos, para que seamos purificados en la Sangre de Jesús a través de la oración “¡Jesús, ten piedad de mí!” Solamente así seremos canales abiertos a la gracia de Dios.
Cuando se reza con el corazón y con Fe en el poder liberador y curador de la Palabra de Dios y del nombre de Jesús, la intercesión toca el corazón de nuestro Dios, porque se realiza en el nombre de Jesús y de acuerdo con la Palabra de Dios, y su efecto se hace sentir rápida y poderosamente.
Cuando rezamos: –¡Jesús, ten piedad de mí!– con Fe y pidiendo perdón por nuestros pecados, nosotros (o la persona por quien estamos orando) somos lavados por la Sangre de Jesús.
Cuando tú proclamas la Palabra del Señor con Fe y arrepentido de tus pecados a través de la oración –¡Jesús, ten piedad de mí!–, ciertamente, una victoria muy grande de Jesús, de su Sangre redentora y de su Palabra se manifestará en tu vida y en la vida de aquellos por los que tú has orado. ¡Jesús vivo te sanará, salvará y liberará!
¿No te parece –queremos insistir– que hay un poder muy grande en la oración del Rosario de la Liberación? Cuando estés orando este rosario, ¡proclamarás 205 veces el nombre de Jesús!
"Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos; y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor para Gloria de Dios Padre". (Filisteos 2,10-11).
“¡Todo es posible para quien cree!” Marcos 9, 23
Nota: Puedes rezarlo cuantas veces desees; pero, inicialmente, sería mejor rezarlo por lo menos una vez durante tres días seguidos. Se reza por una intención cada vez.
"Que Dios te bendiga y te guarde; que Yahvé haga brillar Su Rostro sobre ti y sea benigno contigo; que Dios te muestre Su Rostro y te conceda la Paz." Num 6, 22

sábado, 4 de julio de 2009

ORACION POR LOS ENFERMOS DE CUERPO ENTERO


Jesús sabemos que tú estás presente en el santísimo sacramento del altar con tu cuerpo, sangre, alma y divinidad.

Bendito y adorado sea el sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús.

-Te alabamos y bendecimos quisiste tener una mamá para que te diera su cuerpo y su sangre para que tú la derramaras por nosotros. Gracias Jesús.

-Y como María queremos abandonarnos a tu voluntad, para que en tus manos de alfarero divino reconviertas nuestra vasija en una obra de arte para ti.

-Aquí estoy Jesús tal y como soy, tal vez humillado, tal vez perseguido, incomprendido, calumniado, alegre, triste, enfermo, sea como sea mi estado te digo “Señor hágase en mí según tu Palabra”

Tú eres Cristo Jesús Salvador de mi historia presente pasada y futura, ven a caminar por ellas y bendícelas.

-Tú curaste a los leprosos, cura mi lepra espiritual, producida por mi pecado, pecado de soberbia, debilidad o ignorancia, arrogancia que fueron los que originaron en mi enfermedad.

Clávalos Cruz y unge mis heridas con tu bendita sangre.

-Tú que abriste los oídos a los sordos, cura y libérame del espíritu de ceguera que no me permite verte para poder alabarte y bendecirte, ni me permite ver las necesidades de mis hermanos.

-Tú que sanaste a los epilépticos y a los mudos, libérame de los espíritus de epilepsia y mudez que me impiden expresarme y transmitir tu palabra con sabiduría, prudencia, claridad, afecto y firmeza.

-Tú que hiciste caminar a los paralíticos, libérame del espíritu de parálisis s que me impiden moverme y me dejan postrado largo tiempo haciéndome perder la alegría y no sé donde debo ir para cumplir tu voluntad, y no me dejan caminar para evangelizar.

-Tú que resucitaste a los muertos, resucita las áreas de mi vida y de mi historia que están marchitas, agonizantes o muertas. Resucita mi matrimonio, mi trabajo, mis relaciones familiares, con mis hermanos de grupo, resucita mi corazón que murió al amor, o a mis sentimientos que mataron, o dejaron herido y no puedo amar más.


-Tú que liberaste a los poseídos por el espíritu del mal, libérame de toda influencia maligna, a mi persona, a mi familia, a mi entorno, y cólmame de tu espíritu santo para que rotas las cadenas que me atan pueda reflejar tu gloria a través de tu obra.

-Tú Señor que sanaste a tus discípulos del miedo que los mantenía encerrados, libérame de toda clase de miedos, al agua, a la gente, a las multitudes, a Dios, a las alturas, a la enfermedad, al dolor, a la muerte, a la soledad a los lugares cerrados. Libérame a mí y toda mi familia.

Señor tú que abriste el Mar Rojo, ábreme los caminos en mi trabajo, en mis decisiones, en las dudas que me atormentan, en la oscuridad de mi camino de fe.
Libérame a mí y a toda mi familia..

Tú que entregaste la bendición a Abrahán, Jacob e Isaac, bendice hoy a toda mi generación Señor. A todos mis antepasados, a las generaciones presentes y futuras.

Libéranos de los odios, muertes, suicidios, enfermedades mentales, cualquier tipo de brujerías, magia negra, tarot, ciencias ocultas, maldiciones, etc. y de todo aquello que pudiera estar atado y que me estuviera produciendo un continuo sufrimiento, desesperación, depresión etc.

Yo renuncio en nombre de Jesucristo a todos los caminos del mal, negatividad y falta de amor.

Te pedimos que nos liberes del espíritu de blasfemia que tuvieron mis antepasados y que aún me salpican a mí y a mis generaciones futuras.

-Te pido Señor que traigas a mi mente cualquier actitud negativa arraigada profundamente de dolor odio, remordimiento, desgracia, suicidio, alcoholismo malos tratos, o cualquier tipo de vicio.

Te pedimos que sean sanadas y liberadas por el misterio de tu presencia Real en la eucaristía.

Gracias Señor. Envíanos a tus santos ángeles y arcángeles para que nos guíen a lo largo del camino a mí y a mi familia. Amén